Son seis. Seis hermanos. Antes eran siete. Y cualquiera diría que están sacados de una película. Elías, Judah, Josua, Cristo, Israel y Aarón. Josué dejó el grupo de forma temporal hace dos años. De apellido Vivancos, comenzaron a bailar con los pies y los ojos puestos en su padre, bailarín también y maestro de todos ellos, quien les transmitió el arte y el espectáculo, no sólo como un trabajo, sino como una forma de expresión; una manera de vivir.
Hace doce años que decidieron unir su talento sobre los escenarios y formar una compañía que ha llegado a ser considerada la agrupación flamenca con más proyección internacional del mundo y que ha llevado sus espectáculos a teatros como el London Coliseum o el Auditorio Nacional de México. No sólo eso, sino que sus taconeos, que bailaron sobre el récord Guinness al zapateado más rápido del mundo, han llegado a pisar el Kremlin de Moscú frente al presidente Putin.
Si de algo no hay duda, por tanto, es de que Los Vivancos pisan fuerte. Tampoco de que, como rezaba el título de su espectáculo anterior, han nacido para bailar; para bailar cualquier tipo de danza. Y no sólo eso, sino que han conseguido que el ADN Vivancos se traslade a sus espectáculos con unos rasgos característicos que hacen bailar también al humor, a las artes marciales, al equilibrismo y a las notas de los instrumentos musicales que cada uno de ellos toca. El violoncelo eléctrico, el chelo de cinco cuerdas, el cajón flamenco, la flauta travesera o el violín eléctrico también se suben con ellos al escenario para girar, saltar sobre sí mismos y componer una coreografía completa en la que no falta nada y en la que si algo sobra es alma.
INTÉRPRETES: Elías Vivancos, Judah Vivancos, Josua Vivancos, Cristo Vivancos, Israel Vivancos, Aarón Vivancos y Josué Vivancos
FUNCIÓN: 20:30 h
LUGAR: Teatro Juan Bravo
DURACIÓN: 1 h 40 min
PRECIO: 40 €, 35 € y 30 € (según planta)
