Iglesias

Iglesias

Innumerables iglesias de los siglos XI hasta el XIII, de arte mudéjar,  en la villa de Cuéllar.

Iglesia de San Andrés

La iglesia de San Andrés se sitúa extramuros de la ciudad. Tiene tres naves y crucero con tres ábsides, el central de mayor tamaño, decorado en el exterior con dos arquerías ciegas de medio punto y ventanas en un piso superior separadas por frisos de esquinillas. Se sabe que ya estaba construida en 1277. La iglesia se decora con ladrillo y su portada principal se levantó sobre otra anterior románica. La puerta es de medio punto con arquivoltas que terminan en columnas, rematada en su parte superior con un friso también de ladrillo. La fachada está recorrida por unas arquerías ciegas de medio punto muy peraltadas, y en un segundo piso por otro friso de arcos ciegos separados por pilares de ladrillos.

Tras varias obras de restauración se han descubierto las pinturas de los ábsides, de motivos geométricos en tonos rojos y negros. El retablo mayor lo preside San Andrés, alrededor del cual se distribuyen pinturas de santos. Por toda la iglesia se pueden contemplar retablos, en su mayoría barrocos, que albergan pinturas y tallas de una interesante factura. Muchas de estas imágenes proceden de otras iglesias, destacando la imagen de la Virgen de la Rochela o el Cristo de San Gil entre otros. Posee una importante colección de imágenes, entre las que destaca un calvario del gótico primitivo.

 

Iglesia de San Esteban

En el centro de la ciudad se levanta la Iglesia de San Esteban, declarada en 1931 Monumento Artístico Nacional. Documentada ya en 1247, era la iglesia de los hijosdalgo y donde se conservaba el archivo de la “Cofradía de la Cruz”. Es una de las iglesias mudéjares más importantes de Cuéllar y de ella sobresale su gran ábside de ladrillo, que en el exterior está formado por un tramo recto y otro semicircular, alternando en su decoración frisos de arcos de medio punto con ladrillos en esquinillas y huecos adintelados.

Su retablo mayor es de estilo neoclásico con elementos decorativos del rococó, en el que descansan las imágenes del santo titular y el “Niño de la Bola”, en cuyo honor se celebra una procesión el día de Año Nuevo y otra el día de Reyes. Posee también un retablo renacentista de 1546, que representa en sus tablas escenas de la vida de la Virgen y de santos.

LA RESTAURACIÓN DE LA IGLESIA DE SAN ESTEBAN se ha realizado con el patrocinio de la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, el Obispado de Segovia y el Ayuntamiento se Cuéllar. Dentro de la rehabilitación de la iglesia destacan la restauración del presbiterio donde se encuentran cuatro sepulcros mudéjares. En la parte frontal de los arcosolios destacan por su extraordinaria decoración policromada, con formas vegetales y geométricas, las yeserías mudéjares enmarcadas por un alfiz con una inscripción en caracteres góticos. Estos restos han sido recuperados a través de su reintegración cromática. Recuperándose formas y decoraciones en las partes en que habían desaparecido o se encontraban muy dañadas. Igualmente se han restaurado, consolidado y limpiado las pinturas murales góticas de los sepulcros del lado del Evangelio, los propios sepulcros que se apoyan sobre figuras de leones y las estatuas yacentes de alabastro.

A destacar dentro del conjunto funerario ha sido la localización de los cuerpos de siete personas, dos infantiles y cinco adultos, de las cuales cinco se encontraban momificados y envueltos en sudarios. Este importante hallazgo ha permitido la realización de un estudio antropológico muy detallado en el que han intervenido entre otros especialistas arqueólogos, médicos, restauradores o patólogos de las Universidades de Madrid y Valladolid, CSIC y el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León, que han utilizado los medios técnicos más modernos (TAC, ADN, microscopios electrónicos) obteniendo trascendentales testimonios sobre los tejidos utilizados, la identificación de los esqueletos, las patologías de los finados, los ajuares…; y principalmente, el estudio del paquete de bulas y otros escritos aparecidos entre el sudario de Isabel de Zuazo.

 

Las Bulas de la indulgencia

En el presbiterio se levantan cuatro sepulcros ojivales del siglo XV, adornados con arabescos mudéjares. En el interior del sarcófago que perteneció a Isabel de Zuazo se ha descubierto el enterramiento de Dª Isabel envuelto en un sudario que en su interior contenía dos paquetes con importante documentación. El conjunto de los documentos lo forman un total de 47 bulas de indulgencia, fragmentos y un libro de Horas. La mayoría son de Isabel de Zuazo, si bien hay algunas de su esposo Martín López y de dos de sus cuatro hijas.

Cronología y características generales. Las bulas están impresas en castellano con una escritura denominada “gótica textual formada”; la mayoría de las bulas van impresas sobre medios pliegos de folios de tamaños que oscilan entre los 268 x 392 mm. y 431 x 307 mm. La antigüedad de estos documentos es muy importante para el estudio de los primeros años de la imprenta en España, ya que nueve bulas son incunables –es decir anteriores al año 1501- 13 bulas son post-incunables –entre el 1501 y el 1520- y el resto estarían entre el año 1521 y el año 1536. Siendo la primera bula del año 1484.

ESTA IGLESIA SE PUEDE VISITAR CONTACTANDO CON LA OFICINA DE TURISMO QUE SE ENCUENTRA EN EL CASTILLO. TEF.: 921 142 203

 

Iglesia de El Salvador

Extramuros de la ciudad, en uno de sus arrabales y en la plaza de su mismo nombre, se levanta la Iglesia de El Salvador. Es una construcción mudéjar de 1299 cuya torre es la más esbelta de Cuéllar, presentando en altura arcos de medio punto doblados sobre los que corre un friso de esquinillas. En el exterior, el ábside poligonal tiene arquerías ciegas, aunque su visión es algo extraña debido a los arbotantes que salen de la cabecera, levantados para sujetar la posterior bóveda barroca. La fachada también ha sido retocada, conservándose aún elementos del más puro estilo románico. Su interior también ha variado, presidiendo su Altar Mayor una imagen de la Virgen de la Palma, talla gótica del siglo XIV repintada y retocada para vestir.

 

Iglesia de Santa María de la Cuesta

Sobre uno de los altozanos que dominan Cuéllar, se levanta la iglesia de origen románico de Santa María de la Cuesta, de principios del siglo XIII. Además de la iglesia, en sus orígenes tuvo un pequeño claustro, un campo santo en el lado derecho y un patio de arcos apuntados en el izquierdo. El campo santo se encontraba cercado por una gran muralla, conservada en parte. Según la tradición sería un antiguo convento de los templarios.

La iglesia alberga en su interior un retablo barroco cuya imagen central es la Inmaculada. También se encuentran varias obras procedentes del Convento de los Trinitarios y de la Iglesia de San Sebastián.

 

Capilla Y Hospital de la Magdalena

Fue fundado por el Arcediano Gómez González en 1429 para atender a las personas necesitadas. Según una descripción del clérigo, el edificio se compondría de la capilla, con una sacristía para guardar las arcas con el dinero y los ornamentos, y dos enfermerías dispuestas para que desde ellas pudieran oír misa los enfermos. La portada de la capilla es gótica, con los escudos del Duque de Alburquerque y del fundador y sobre ellos, una imagen de Santa María Magdalena en piedra. Hay una placa fundacional en hebreo. En el interior, en la hornacina central del retablo barroco, se dispone la santa titular flanqueada por San Roque y San Esteban el Joven. Se han encontrado también pinturas de diferentes épocas en sus paredes, algunas de ellas superpuestas.

 

Iglesia de San Miguel

Situada en la Plaza Mayor se encuentra la Iglesia arciprestal de San Miguel. El edificio es fundamentalmente gótico, aunque posee elementos románicos, mudéjares y renacentistas. Las capillas conservan bóvedas de crucería y ventanas góticas y según Fernández de los Ríos, en esta iglesia se puso hacia 1395 el primer reloj de torre de España.

El retablo del altar mayor lo preside la Virgen del Rosario, atribuida a Pedro Bolduque, patrona de Cuéllar, es una valiosa obra barroca. En una pared de la nave central también alberga un cuadro de Lucas Jordán de la Virgen, San Joaquín y Santa Ana, procedente de la iglesia de El Salvador. Se encuentra también en esta iglesia un Cristo Yacente de la escuela de Gregorio Fernández, así como otros retablos renacentistas, barrocos y rococós, con imágenes que además de suscitar el fervor popular, son verdaderas obras de arte.

 

Iglesia de San Pedro

Al final de la calle de San Pedro y cerrando las murallas en su parte sur, se levanta la antigua Iglesia de San Pedro. Aparece en las crónicas en 1095 y se construyó con aspecto de fortaleza al ser el final de las antiguas murallas, en una de las partes más vulnerables de la villa. Ha sufrido modificaciones de su primitivo estilo, siendo góticas las ventanas de la torre y del ábside, construido en piedra con enormes arcos que arrancan desde el suelo. En lo alto de la parte más antigua, se abre un corredor semicircular salpicado de matacanes y saeteras. La portada es románica, posiblemente de la primitiva construcción, y en su interior se conservan algunas bóvedas de estilo gótico. Fue desamortizada y utilizada como fábrica de harina. Está consolidada y en la actualidad es un edificio de propiedad particular. Junto a esta iglesia se levantaba una de las puertas de acceso a la ciudad, el Arco de San Pedro.

 

Ábside de Santiago

De lo que fue la iglesia de Santiago, en la actualidad sólo se encuentran sus restos. Su origen se remonta a mediados del siglo XIII y restaurada en 1988 por los alumnos de la escuela-taller. En ella se celebraban las ceremonias de investidura de los Caballeros de la Orden y también se conserva el archivo de “La Casa de los Linajes”. Sólo queda en pie el ábside semicircular decorado con dos arquerías, doblada la superior y bajo un dintel los arcos de la inferior. Bajo sus muros se han encontrado enterramientos antropomorfos de fechas anteriores.

 

Iglesia de Santo Tomé

En la Avenida Camilo José Cela, cercano al Convento de la Concepción, se levanta la Capilla de Santo Tomé, que formaba parte de la primitiva iglesia, ya levantada en 1272. En su interior se venera a la patrona de Cuéllar, la Virgen del Rosario, talla de madera policromada que si bien se corresponde con el estilo románico, la tendencia al movimiento y la naturalidad hace que se pueda catalogar como gótica y fechar en los últimos años del siglo XV. Es una Virgen sedente vestida con túnica y manto y cubierta por un velo que le cae sobre los hombros. Sostiene al Niño sobre sus rodillas, que extiende la mano para coger la flor que le ofrece la Madre. En una de las paredes del templo aparecen sepulcros adosados con los escudos de armas de las familias de los Corral y Arellano, Velázquez y Ruiz de Herrera.

 

Torre de Santa Marina

Hacia el interior de la ciudad en dirección a la plaza de Santa Marina, se encuentra la torre de lo que fue la iglesia del mismo nombre. Este templo ya existía en 1227, aunque su espacio lo ocupa hoy una casa particular adosada a la torre, única muestra de torre mudéjar completa que queda en pie. Su parte inferior es de mampostería y la superior de ladrillo, con dobles ventanas de medio punto peraltadas.

Ante la torre y en la plaza de Santa Marina, hay una fuente de piedra de estilo gótico formada posiblemente por dos pilas bautismales románicas a las que posteriormente se le añadieron elementos decorativos. Esta fuente estaba anteriormente en la Plaza Mayor.