Este pequeño pueblo pertenece al Ayuntamiento de Valle de Tabladillo, del que apenas le separan 700 metros. La historia de Barrio de Arriba va unida a la de Valle de Tabladillo (ver de Valle de Tabladillo). Hoy en día no sobrepasa los 15 vecinos.
Tal y como ocurre en Valle de Tabladillo, lo que más puede llamar la atención al visitante es la peculiar construcción de las casas de Barrio de Arriba, buenos ejemplos de lo que se ha venido a llamar “arquitectura popular”. En estas viviendas -algunas de ellas semiderruidas y construidas en adobe y madera- se alinean y estiran a lo largo de la carretera, y conservan algunos elementos muy característicos, como las galerías, aleros y entramados de madera.
Al otro lado del arroyo del Valle permanecen las ruinas de la ermita de San Cristóbal. Hoy sólo queda en pie el muro que cerraba la nave y un muro lateral de la cabecera, en el que todavía se observa el arranque de lo que fue una bóveda de medio cañón. Parte de los sillares de esta ermita fueron reaprovechados en las obras de reforma de la iglesia parroquial de Valle de Tabladillo, consagrada a la Inmaculada Concepción. También se llevó allí la campana de San Cristóbal, tal y como reza en una inscripción.
Muy cerca de las ruinas de la ermita de San Cristóbal podemos ver un pintoresco palomar construido bajo un peñasco.