Ni Ayllón ni Pedraza: descubre uno de los pueblos con más encanto de Segovia

20 de noviembre de 2025 Maderuelo

Entre los paisajes del nordeste segoviano, donde los campos dorados se mezclan con sierras y hoces, se esconde una villa que parece detenida en el tiempo. Este rincón, que muchos aún desconocen, combina historia, arte y naturaleza en un entorno de una belleza casi cinematográfica. Su silueta de piedra recortada sobre el horizonte, junto al reflejo del agua de un embalse, convierte la visita en una experiencia inolvidable para quienes buscan escapadas rurales con alma medieval.

Murallas, templarios y vistas de postal
Se trata de Maderuelo, una de las joyas mejor conservadas de Segovia y de toda Castilla y León. Su perfil amurallado y su trazado irregular, con callejones estrechos y empedrados, evocan los tiempos en los que la villa formaba parte de la línea defensiva del Duero durante la Reconquista. Desde lo alto del cerro en el que se asienta, el visitante puede contemplar el embalse de Linares del Arroyo, que baña sus pies y ofrece un contraste de tonos que van del ocre al azul profundo. Este conjunto monumental fue declarado Conjunto Histórico-Artístico, y no es de extrañar: cada rincón respira autenticidad y herencia castellanoleonesa.

El recorrido por Maderuelo invita a perderse por su muralla medieval y sus accesos monumentales, como el Arco de la Villa, con sus antiguas puertas de madera y su matacán defensivo. En el interior del recinto se encuentran templos de gran valor, entre ellos la Iglesia de Santa María del Castillo, una construcción que mezcla estilos románico, califal y mudéjar. Fuera de las murallas, junto al agua, se alza la Ermita de la Vera Cruz, antiguo templo templario declarado Monumento Nacional, cuyas pinturas románicas originales se conservan hoy en el Museo del Prado. Las vistas desde el Alcácer o desde los restos del castillo son, sencillamente, de las más impresionantes de la provincia.

Más allá de su legado histórico, Maderuelo conserva la calma de los pueblos donde el tiempo transcurre despacio. En sus pequeñas plazas, como la de San Miguel o la de Santa María, el visitante puede sentir el espíritu de la España más auténtica. La gastronomía también es protagonista, con platos tradicionales como el lechazo asado en horno de leña, emblema de la cocina segoviana. Todo ello convierte a Maderuelo en un destino perfecto para disfrutar de una escapada en cualquier época del año, un lugar donde la piedra, el agua y la historia se unen para ofrecer una de las estampas más hermosas de Segovia.

Fuente: El confidencial digital 

Pueblos

Planes relacionados