Los municipios que no pueden faltar en tu próxima escapada por Segovia: sigue la ruta de los pueblos de colores

6 de noviembre de 2025 Riaza

Un rincón donde la naturaleza y la arquitectura se funden en una paleta de colores únicos. Una ruta mágica que invita a descubrir pueblos detenidos en el tiempo y llenos de encanto rural
En la provincia de Segovia se esconde una de las rutas rurales más sorprendentes de Castilla y León, un recorrido que invita a viajar entre tonos rojizos, negros y dorados. Estos pueblos, levantados con materiales extraídos directamente de la tierra, ofrecen un paisaje tan singular como armónico. Entre laderas, caminos y construcciones centenarias, el visitante descubre un rincón donde el color es identidad y la piedra, historia viva. Es una escapada ideal para quienes buscan naturaleza, silencio y autenticidad a poco más de una hora de Madrid.

Los pueblos rojos, amarillos y negros de la Sierra de Ayllón
El recorrido comienza en Madriguera, el más emblemático de los llamados Pueblos Rojos de Segovia. Con apenas una treintena de habitantes, sus calles empedradas y casas de arcilla y piedra ferruginosa transmiten una calidez única. Cada fachada conserva el tono rojizo que le da nombre y, en conjunto, conforman una postal inconfundible. Muy cerca se encuentra El Muyo, la joya de los Pueblos Negros. Sus viviendas, construidas casi íntegramente con pizarra, crean un contraste profundo con el entorno verde de la Sierra de Ayllón, ofreciendo una imagen tan austera como fascinante. Pasear por sus callejuelas sin asfaltar es como retroceder siglos en el tiempo.
Entre estos pueblos surge Martín Muñoz de Ayllón, donde los tonos se mezclan en un equilibrio perfecto: el negro de la pizarra, el rojo de la arcilla y el dorado de la cuarcita. Su iglesia dedicada a San Martín de Tours y las vistas desde el cercano Collado de las Cabras lo convierten en un punto imprescindible del itinerario. Las antiguas canteras del entorno abastecieron de pizarra incluso a la Catedral de Segovia. En el caso de Villacorta, su identidad roja se matiza con pinceladas oscuras, fruto de la mezcla de hierro y pizarra que da a sus muros un aspecto cálido y muy característico. El visitante puede disfrutar aquí de ermitas, miradores y un pequeño bar donde reponer fuerzas.

Una escapada perfecta entre los colores de Segovia
La ruta de los pueblos de colores es una experiencia que combina patrimonio, naturaleza y tranquilidad. Cada localidad conserva su carácter original y ofrece una visión distinta de la vida rural segoviana. Desde los tonos intensos de Madriguera hasta la sobriedad de El Muyo o los matices dorados de Martín Muñoz, el viaje se convierte en una paleta viva que refleja siglos de historia y adaptación al entorno. Para completar la visita, la cercana Riaza brinda más servicios, gastronomía y alojamiento, convirtiendo este recorrido en una escapada de fin de semana perfecta para desconectar y descubrir el alma más colorida de Segovia.
 

Fuente: elconfidencial.com-viajes

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