Ruta de los Dos Ríos , senderismo por las Hoces del Duratón

Ruta de los Dos Ríos , senderismo por las Hoces del Duratón

Punto de partida

Imaginamos que podéis salir desde donde queráis, pero nosotros iniciamos esta Ruta de los Dos Ríos desde la Iglesia de la Virgen de la Peña. La iniciamos sobre las 10 de la mañana, por lo que es un buen momento para ver a los buitres leonados.

Buitres leonados

Otro atractivo de esta ruta es la vista de los buitres leonados. En el Parque Natural de las Hoces del Río Duratón existe la mayor colonia de estas aves de Europa. Estas grandes rapaces necesitan las corrientes de aire caliente para ascender, por lo que a primera hora están volando bajo y es todo un espectáculo.

 

Sepúlveda es un lugar muy interesante para los aficionados al birdwachting, o el turismo de observación de aves.

Gruta de la Virgen de la Peña

Tras la iglesia de la Virgen de la Peña hay unas pocas viviendas y tras esto un mirador a los primeros cañones que forman las hoces del Río Duratón.

Desde este saliente, sale una escalera que desciende unos pocos metros donde se encuentra una grieta en la roca. Allí se encuentra la imagen de la Virgen de la Peña.

Encaminamos la senda desde el punto de control junto a la Comandancia de la Guardia Civil. Ahí es donde localizamos el cartel que anuncia la ruta, conocida como la Senda de los dos ríos.

Seguiremos por este camino que inicia un leve descenso. El objetivo será localizar una de las puertas de la muralla medieval. La conocida como Puerta de la Fuerza. Esta muralla permitía mucho espacio libre de viviendas a Sepúlveda.

 

Atravesamos la puerta de la Fuerza

Pasamos por esta puerta, actualmente en ruinas y empezamos un descenso en zigzag hacia el río. Estamos caminando por una antigua calzada romana. Evidentemente, bastante deteriorada, pero es que tiene casi 2000 años.

Esta parte nos permitirá llegar hasta el mismo río, donde lo tendremos que atravesar pasando por un puente.

En esta parte, podréis observar numerosos nidos para pequeñas aves colgando de los árboles. Son fruto de unos talleres que se realizan todos los años y que ayudan a conservar el hábitat de este Parque Natural.

Desde este punto, el sendero bien marcado os permite ir junto al río. Dependiendo del caudal de agua, es posible que haya que tomar alguna desviación, e incluso tener que cambiar de margen, pero está muy preparado para senderistas. Sobre todo porque gracias al embalse del río, aguas abajo, este caudal está muy regulado.

Caminar por un acantilado

Llega un momento donde la hoz no permite caminar con seguridad, por lo que se han habilitado unas escaleras que suben unos cuantos metros hasta una terraza dentro del acantilado formado por la roca que define esa hoz.

Está muy bien acondicionada y segura, con una barandilla a lo largo de todo el recorrido.

Tras torcer el codo, nuevamente vamos a descender hacia el río. Allí llegaremos a una antigua presa romana hecha de piedra sillar.

Embalse romano

En este cauce encontramos un antiguo embalse romano, si bien con modificaciones del siglo XVIII. Se usó para alimentar una minicentral hidroeléctrica junto al río. Vamos a poder disfrutar de las vistas de esta presa desde ambas márgenes del río.

 

Antigua hidroeléctrica

Al otro lado de por dónde venimos, veréis un antiguo edificio de varias plantas en estado ruinoso. Se trata de una antigua minicentral hidroeléctrica que usaba la fuerza del agua del Río Duratón para generar electricidad.

 

Cruzamos el río

Si continuamos un poco más adelante, encontramos un paso sobre el río. Se trata de un puente moderno. Aquí es donde se bifurca la senda. Siguiendo el cauce del río se realiza la senda larga de la ruta de los dos ríos, que termina en el Quiosco de Jacinto, donde además, se encuentra el eremitorio rupestre de los 7 altares.

Pero nosotros vamos a cruzar el río y tomar la senda corta. En este momento nos encontramos con los restos de un arco de piedra.

Puente de Talcano

Este arco se trata de los restos que quedan de un puente romano del siglo I. Este puente que hasta el siglo XVIII contaba con 6 arcos como el actual, era parte de las infraestructuras romanas de la zona, y por tanto, imaginamos que conectada con la calzada romana por la que hemos caminado.

 

Disfruta de las márgenes del río

Tras cruzar la pasarela peatonal que nos permitido cambiar de margen, hay una pequeña isla que cuando el caudal crece queda abnegada, pero en caso contrario, permite un descanso en una playa fluvial pequeña.

Hacia el otro lado, por un camino que vuelve al río, nos vamos a encontrar de frente la presa del río. Imaginamos que era también el acceso a la minicentral hidroeléctrica.

Subida a la carretera

Nuestro camino nos lleva ahora por una rampa de subida un pelín larga, pero nada complicada. Como mucho el problema puede ser el calor. Esta rampa de algo menos de 300 metros permite llegar hasta un parking de coches. Este es también un punto desde donde iniciar la ruta.

 

500 metros complicados por ir junto a la carretera

Atravesado el parking, vamos a llegar a la carretera de Segovia. No suele llevar mucho tráfico, pero durante unos 500 metros, vamos a tener que caminar junto a ella. Esto siempre es un riesgo incluso aunque se camine por fuera de la calzada.

Tan solo hay un punto donde deberemos caminar por la calzada, y es al atravesar un puente. Tras esto, ya volveremos a tener una acera por el que caminar hasta llegar a unas escaleras. Junto al puente, se pueden ver algunas partes de la antigua muralla y la Puerta del Castro.

Existe un trazado alternativo que permite evitar la carretera. Para ello, hay que dar un gran rodeo y entrar por la antigua puerta junto al río, la llamada, Puerta del Castro.

 

Regresamos a Sepúlveda

Estamos en las afueras de Sepúlveda, por lo que tendremos que subir estas escaleras y algunas calles en cuesta. Tras acabar de subir y llegar a la Calle de los Fueros, si nos asomamos, podremos ver abajo otra de las puertas de la ciudad.

Vamos a pasar junto a la Iglesia desacralizada de Santiago, hoy Centro de Interpretación del Parque Natural, o Casa del Parque de las Hoces del Río Duratón; prácticamente ya hemos terminado esta ruta de los dos ríos, pues estamos en la propia Sepúlveda.

Siguiendo por esta calle, llegamos a la Cárcel Vieja, hoy Oficina de Turismo y Museo de Sepúlveda. Junto a esta instalación está la tienda de Sepúlveda Viva. Un lugar donde adquirir algún recuerdo de la ciudad y desde donde se organizan visitas guiadas teatralizadas.

Seguimos bordeando la Antigua cárcel de Sepúlveda y se llega a la plaza de España, con su imponente torre del reloj. Es un lugar perfecto, si nos lo permiten, para tomar algo y hacer un pequeño descanso.

Nos adentramos en la parte vieja original de Sepúlveda y tras pasar junto a la Iglesia de los Santos Justo y Pastor; Museo de los Fueros, y de la casa-palacio de «la Casa del Moro», llegamos nuevamente al punto de inicio, la Iglesia de la Virgen de la Peña.

 

 

Hoces_del_Duratón_I300912_edited.jpg

 

Fuente: Destinocastilyleon.com