Ruta por el hayedo de La Pedrosa, un cuento de hadas en la provincia de Segovia

Ruta por el hayedo de La Pedrosa, un cuento de hadas en la provincia de Segovia

En la frontera natural entre Guadalajara y Segovia, en el Puerto de la Quesera, se despereza cada mañana uno de los entornos naturales más bonitos de la provincia: el hayedo de La Pedrosa. Una mancha boscosa de, aproximadamente, 87 kilómetros cuadrados que maravilla por igual a los vecinos de Riofrío de Riaza y a los visitantes que se acercan a disfrutar de su belleza.

Como suele sucederles a estos bosques, la mejor época para visitarlo es en otoño, cuando el follaje de las hayas se desviste de su verde intenso y se atreve con su manto de fiesta cromática en tonos amarillos, naranjas y ocres. El espectáculo visual está garantizado. Primavera, no obstante, también es buena época, ya que nos ofrece un verdor de lo más alegre.
Además de su variedad cromática durante las diferentes estaciones, la particular ubicación en la que se encuentra, permite obtener una completa panorámica del valle del río Riaza, las propias localidades de Riofrío y Riaza, del embalse cercano y de varios de los pueblos que conforman la comarca. Sin duda, una bonita postal que llevarnos para el recuerdo.
 
Ruta al hayedo de La Pedrosa
La ruta por el hayedo de La Pedrosa son unos 6.5 kilómetros, conlleva unas 2 horas de recorrido y es circular, aunque también se presta a ciertas variantes que pueden alargar la aventura según nuestras ganas de caminar. A pocos metros de comenzar la ruta nos topamos con el arroyo del Avellano, el cual será nuestro compañero fiel durante prácticamente todo el recorrido. Justo al lado, podremos ver solitaria y mostrando su gran envergadura uno de los ejemplares de hayas más bellos de este bosque. Es momento de sacar la cámara e inmortalizar el momento.
 
El camino apenas tiene complicación, pues un buen tramo del trayecto es en línea recta, por lo que tan solo nos tendremos que preocupar de deleitarnos con el juego de luces que crean los rayos del sol al incidir sobre las hojas si el día está soleado; o con las nieblas y húmedas zonas sombrías, si el cielo está encapotado. En cualquier caso, la experiencia será de lo más agradable.
Suelos tapizados de hojas, musgo, líquenes, troncos y raíces que se retuercen de mil maneras. Al hayedo de La Pedrosa no le falta de nada para ser el protagonista del más típico cuento de hadas. Hasta tiene un puente de troncos perfectamente habilitado para salvar el cauce del río Riaza. Para los niños, y no tan niños, este punto de la ruta es muy divertido.
 
Como recomendación, si decides visitar el hayedo de La Pedrosa en su máximo esplendor durante la primavera, el otoño o en fin de semana, es más que aconsejable madrugar o, en su defecto, dejar el coche un buen tramo antes de llegar al hayedo. El lugar, sobre todo en festivos, suele estar concurrido y los embudos que se forman por el tráfico son importantes. Otra opción es aparcar directamente en el pueblo de Riofrío, aunque suponga una caminata añadida hasta llegar al hayedo (habría que sumarle una hora y media).
Si bien esta ruta también puede completarse en invierno, una alternativa -o complemento- para cuando hay nieve en esas fechas es la que permite subir al pico del Lobo con raquetas. Elijas la opción que elijas, esta zona de la vertiente noroeste de la sierra de Lobo-Cebollera es un destino perfecto para una bonita escapada rural en familia.
 
 
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 Fuente: EscapadaRuralMag