Turégano

Turégano

En pleno corazón de la provincia de Segovia,a unos 12 Km de Aguilafuente a 17 Km de Fuentepelayo a 34 km de la capital y a 935m sobre el nivel del mar se encuentra Turégano.

Con un amplio término, enclavada entre el amplio valle de los ríos Pirón y Cega, que comprende la Tierra de Pinares (norte), el Piedemonte (sur) y la Campiña. En él habitan unos 1.005 residentes entre la villa de Turégano y el antiguo término de La Cuesta, anexionado en 1972 y que comprende las pedanías de Aldeasaz, Berrocal, Carrascal y La Cuesta


Mapa de localización


Presentación

Qué ver

Qué hacer

Fiestas y Tradiciones

Vídeo

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Presentación

Aunque podemos asociar sus orígenes al yacimiento hallado en el prado del Burgo de época del Bajo Imperio Romano ,la antigua “Toroda”:fue una población de vital importancia histórica y geográfica en la antigüedad más remota. Cruce de caminos hacia el norte.Durante la Alta Edad Media, en muchos documentos referentes a esta zona de la meseta central de la Península Ibérica aparecen, como singular hito de contextualización geográfica, varios caminos relacionados con esta Villa, especialmente la semita que va de Torodano ad Boitracum (El camino que va de Turégano a Buitrago atravesando la sierra de Guadarrama).

La villa de Turégano se convierte en escenario de primer orden con la donación en 1123 de la reina D.ª Urraca de Castilla al primer obispo de Segovia, Pedro de Agén, confirmado en 1127 por Alfonso VII. A partir de entonces la villa queda vinculada a la figura del obispo, documentándose por primera vez su presencia en la villa en 1232 con el obispo Bernardo está donación era clave debido a su situación estratégica, ya que se encontraba en una posición privilegiada, estando en el centro de la provincia de Segovia, lugar que además dará importantes recursos económicos,Turégano comenzó a ser protagonista de la historia segoviana y de Castilla.En 1353 Pedro I concede exenciones fiscales a la villa y en 1363 la dota de una guarnición de noventa ballesteros por privilegio rodado. 

En época Trastámara toma mayor importancia con estancias reales como la de Juan I en 1390, firmando aquí la carta fundacional del monasterio de San Benito en Valladolid, y Juan II, donde celebra en 1428 su reconciliación con Álvaro de Luna, y donde había establecido la Real Chancillería en 1425 durante seis meses al año.

En el s.XV la importancia de Turégano como sede episcopal aumenta, se celebra un sínodo en la localidad con Lope Barrientosy especialmente con Juan Arias Dávila (1461-1497) que, tras la vuelta al poder de
Enrique IV en 1468, se refugia en su villa donde refuerza el castillo. Desde aquí participa en la falsificación de la bula papal que dispensaba el matrimonio entre Isabel y Fernando, el cual se hospeda en esta villa en varias ocasiones, como en la Navidad de 1473, mientras espera a su esposa durante la reconciliación en Segovia entre ésta y su hermano Enrique.

En el s. XVI se debilita el poder temporal de los obispos, lo que conlleva el declive de la villa que no vuelve a resurgir hasta el s. XVIII, con obras en los templos, en el trazado urbano y la canalización de aguas, como la fuente de la plaza de Santiago en 1781. A principios del s. XIX se convierte en puesto de los franceses en la Guerra de la Independencia.
Con la abolición de los señoríos en 1837 se constituye el Ayuntamiento, desvinculándose el obispo como señor de la villa. En estos momentos toma gran importancia la feria de San Andrés, convirtiéndose en la feria de ganado más importante de Castilla. Con el s. XX se introducen nuevos servicios y se construyen nuevas calles y plazas, que configuran la fisionomía actual de la villa.

Grandes personajes históricos están relacionados con esta Villa, la Reina Doña Urraca de Castilla y su hijo Alfonso VII, el Rey Pedro I, el Rey Juan I, Don Álvaro de Luna, el Rey Juan II, el Rey Enrique IV, el obispo Juan Arias Dávila, los Reyes Católicos Don Fernando y Doña Isabel, el Emperador Carlos V y es que, como dicen de uno de los mejores pintores abstractos del s. XX, Esteban Vicente, muchos vieron en esta Villa un prodigioso equilibrio entre libertad y sabiduría, expresividad y elegancia.

Cómo llegar

  • DESDE MADRID por la N-I tomando el desvío en Cerezo de Abajo,hacia Cantalejo. (140 km)

  • DESDE SEGOVIA por la A-601, tomando el desvío en la salida 104 hacia CL-603 hasta Turégano. (34 km)

  • DESDE VALLADOLID por la A-601, tomando en Navalmanzano el desvío hacia Turégano. (100 km)

 

Qué ver

Iglesia de San Miguel - TuréganoCastillo

Decir Turégano es decir Castillo, pues la fortaleza de esta Villa Episcopal es de las más importantes de España y desde luego la más singular de todas por su carácter de iglesia fortificada inexpugnable.

Declarado Monumento Histórico Artístico el 3 de junio de 1931, es el resultado del encastillamiento de la iglesia de San Miguel, creando su singular silueta conocida internacionalmente.  Desde sus orígenes pertenece al obispo de Segovia, pero fue cedido al Ayuntamiento de Turégano el 2 de noviembre de 1994, a excepción de la iglesia, por treinta años y desde 2017 se firmó la cesión plena por cincuenta años.

No sabemos si fue Pedro de Agén o alguno de sus sucesores inmediatos el que inicia la construcción considerando que el antiguo castro, edificado sobre una suave colina, era el lugar idóneo para emplazar la nueva iglesia de San Miguel, concebida como la sede del obispo en su villa.  El primer documento que hace alusión al castillo nos lo encontramos en 1440 siendo obispo fray Lope Barrientos.

Construida en la segunda mitad del s. XII, su estructura responde al románico pleno, excepcional por su monumentalidad, tanto en planta de tres naves y tres ábsides, como en altura cubierta en piedra con bóveda de cañón apuntada. Durante su construcción se levanta la cerca exterior, de torreones y muros en tapial hoy semiderruidos, quedando en su centro.

Muy pronto, esta iglesia de planta basilical, comienza a ser fortificada superponiendose distintas estructuras defensivas sobre sus muros. 

A partir del s. XIII comienza a constituirse sobre la iglesia un castillo con construcciones que se irán sucediendo hasta finales del s. XV, cuando Juan Arias Dávila le fortifica, ya que se hallaba en estado ruinoso, para defender las rentas y posesiones del obispado. En ese momento se construye la cerca interior, dos fuertes torres circulareslos y tres grandes torreones sobre la cabecera de la iglesia, que aprovecha construcciones anteriores y donde se embute la torre campanario ubicada en el crucero, y se inicia el encastillamiento de todo el perímetro de la iglesia, finalizado en el s. XVI por el obispo Diego Rivera.

Como curiosidad la distribución laberíntica era clave defensivamente quedando las estancias comunicadas visualmente.

En época de Arias de Villar, obispo entre 1498 y 1501, se remata la fachada monumental del templo, donde coloca sus armas, quedando como el auténtico señor de la villa. El castillo está concebido para la defensa, sin uso palaciego, aunque la tradición hospeda aquí a Fernando el Católico, tras la proclamación de Isabel como reina en 1474.

En la iglesia destacan dos fases constructivas, la primera corresponde a las naves laterales y la torre elevada sobre el crucero, de la que sólo quedan leves testigos al encontrarse embutida dentro del torreón central o torre del homenaje del propio castillo. De la segunda fase destaca la nave central, construida por buena sillería y cubierta con bóveda de cañón apuntada, generada por los arcos fajones que la sustentan. En todo su interior destaca la decoración escultórica: capiteles historiados del lado de la epístola, decoraciones vegetales, hojas de acanto y palmetas. En una reciente restauración se han descubierto unas pinturas románicas en el presbiterio. Se recupera la puerta de entrada a la iglesia probablemente del siglo XVIII.

Aquí puedes leer de cómo estuvo preso en el castillo el secretario de Felipe II

Durante las Comunidades hubo un intento de rendición de la fortaleza a los comuneros y posteriormente se convierte en cárcel de Estado, destacando entre sus presos Antonio Pérez, secretario de Felipe II. En el s. XVII se abandona su uso, de ahí que conserve su estructura original, solo ocupado por los franceses en la Guerra de la Independencia. En 1703 se construye la enorme espadaña para las campanas de la iglesia de San Miguel, último elemento que se coloca y que da ese carácter tan genuino a este castillo.

A modo de resumen cabe destacar seis momentos principales que pueden observarse en su entramado arquitectónico son:

      1. La iglesia románica primitiva de San Miguel, rematada con aspilleras.
      2. El Castillo-Palacio de los obispos superpuesto a la iglesia ampliada y que escondió en sus entrañas la bellísima torre campanario románica s. XV.
      3. La fortaleza remodelada por Juan Arias Dávila s. XV.
      4. La adaptación de Diego de Rivera
      5. El desmonte del Palacio Episcopal superpuesto a las naves de la iglesia s. XVI.
      6. La construcción en 1703 de la torre espadaña.

En tiempos de Carlos III, el castillo de Turégano pasó a depender de la Corona, siendo restituido al poco tiempo a la Mitra segoviana. Además, será parroquia del barrio del Altozano hasta 1842, momento en que se suprime como tal y queda su uso limitado a celebraciones puntuales, abandono que se acentúa tras el traslado de todas sus imágenes a la iglesia de Santiago en los años 90, excepto el Cristo del Amparo y el San Miguel del retablo mayor.

Este castillo fue utilizado hasta el s. XVII donde acabó en desuso, aunque la iglesia siguió en funcionamiento. Hoy en día también se conservan una parte de las torres del castro árabe junto con las murallas, el castillo y la iglesia la cual sobresale la espadaña.

El castillo realiza visitas guiadas de miércoles a domingo, que tienen una duración de 60 minutos, y un aforo de 5 personas. Son 2 euros. Es necesario hacer reserva con antelación. Teléfono: 670638970. Actualmente se encuentra cerrado por obras. 

 

El Castro y sus Murallas

Varias torres de la muralla exterior, en parte desmochadas, permanecen aún en pie, desafiantes, unidas entre sí por las murallas de tapial que circundan el recinto de la fortaleza construida sobre la iglesia de San Miguel. En su día fue ciudadela amurallada que protegía la zona. Lo que permanece tiene excepcional valor histórico: una joya militar única en el panorama de las defensas de la Alta Edad Media.

IGLESIA DE SANTIAGO TURÉGANO 1 retocada

Iglesia de Santiago

De las cuatro parroquias con las que contó Turégano en la Edad Media, solo ha perdurado la de Santiago, actual parroquia de la Villa, cuyo templo fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1983.

Es una verdadera joya artística, no sólo por su ábside románico del s. XII, sus retablos barrocos y el primitivo retablo románico en piedra, sino por el increíble tesoro escultórico, de orfebrería y de elementos religiosos acumulados en ella como consecuencia de haber heredado algunas piezas únicas procedentes de otras parroquias tureganenses:

  • El Cristo bizantino de la iglesia de San Pedro del Burgo.

  • La incomparable talla románica de la Virgen del Burgo.

  • La imagen de la Virgen del Rincón.

  • El tríptico de pintura gótica (posiblemente del obispo Arias Dávila) procedente del castillo.

  • La pila bautismal románica procedente de San Miguel.

  • El cáliz de plata sobredorada de Diego Rivera.

  • Soberbias tallas barrocas de madera policromada.

  • Retablos de estilo rococó.

  • Un órgano del siglo. XVIII.

  • Y una riquísima colección de ornamentos religiosos.

Su configuración actual es fruto de las diversas necesidades y los distintos estilos arquitectónicos a lo largo del tiempo, dando como resultado un edificio ecléctico y singular, cuyo interior alberga objetos de extraordinario valor. Surge en el s. XIII como iglesia de una nave con un ábside, único elemento que ha pervivido de esta primera construcción románica.

Entre sus ventanas, se embutieron en ese momento dos relieves que narran un hecho histórico acaecido en 1232: la visita del obispo D. Bernardo a Santiago de Compostela acompañando a los reyes Fernando III y Beatriz de Suabia. Tal fue el impacto que le causó la obra de Maestro Mateo, que quiso representar en esta parroquia, que estaría en construcción, elementos presentes en la catedral compostelana, así que como su representación junto a los reyes (figuras arrodilladas del relieve derecho) adorando la imagen del santo (relieve izquierdo).

Estos relieves quedaron ocultos por un retablo del s. XV que fue sustituido por otro del s. XVII y este a su vez por otro de mediados del s. XVIII, realizado
por Francisco Rodríguez y dorado por Lorenzo Villa y que ha llegado hasta la actualidad. En el transcurso de unas labores de limpieza a finales de los 80 fueron hallados tras el retablo, pero no fue hasta 2010, tras las labores de restauración y traslado del retablo al arranque del ábside románico, cuando
se hicieron accesibles al público. El hecho de que solo encontremos una disposición similar en Santo Domingo de la Calzada (La Rioja) y la Seo de Zaragoza, con el añadido de que conservan buena parte de su policromía original, hacen de estos relieves un referente cultural único de la época románica.

Durante la época moderna esta iglesia va tomando mayor feligresía, por lo que a mediados del s. XVII se amplía con una gran nave barroca, a la que posteriormente se añadirá una nave lateral. En 1707 se añaden las capillas laterales junto al ábside dedicadas a la Virgen de la Soledad, la cual contaba con un camarín derribado en 1990 para ampliar la carretera que atraviesa la localidad, y la de San Antonio, desde donde se accede a la sacristía.

Tal como ha llegado a nuestros días, es un templo construido en diversas épocas y diversos estilos arquitectónicos. Su interior consta de una nave central, una nave lateral donde se encuentra una capilla barroca llamada de la “Soledad”, el ábside que acoge el altar mayor, y dos sacristías adosadas al mismo, una de las cuales, la del lado de la epístola, fue demolida con el ánimo de dejar exento un arco más de la primitiva estructura románica del templo.

 

 

DETALLE DE LA DECORACION POLICOMADA DEL ABSIDE IGLESIA DE SANTIAGO TURÉGANO retocad

Ábside Románico

El descubrimiento de este ábside sucedió a finales de los años ochenta por casualidad, mientras se estaba realizando un proceso de restauración en el interior del templo. Sin embargo, las obras de restauración se llevaron a cabo en el año 2009 tras un acuerdo entre el Obispado y la Consejería de Cultura y Turismo de Castilla y León. En este proceso se ha adelantado el retablo mayor hasta el arranque del presbiterio avanzando en su posición y dejando libre el espacio del ábside permitiendo a los fieles deambular por la girola y observar la joya del románico.

La iconografía es muy interesante pues en ella se muestra al Pantocrátor, que es Cristo en Majestad, en posición de bendecir con la mano derecha y sobre la mano izquierda el libro de la vida, rodeado de tetramorfo que son los cuatro evangelistas: águila (símbolo de S. Juan), toro (símbolo de S. Lucas), león (símbolo de S. Marcos) y ángel (símbolo de S. Mateo) que dan gloria y honor al que está sentado en el trono. Debajo se puede observar a tres peregrinos con las vestimentas típicas de la época y a sus pies podrían estar representados Fernando III, su mujer la reina Beatriz de Suabia y el obispo Bernado de Segovia en posición orante ante la imagen de Santiago Apóstol que está a su derecha. Según esta hipótesis las figuras que han aparecido se cree que datan del primer tercio del s. XIII. Esta disposición de relieves en su ábside tan sólo se puede ver en dos sitios más, en Santo Domingo de la Calzada (La Rioja) y en la Seo de Zaragoza, haciendo así de la villa de Turégano un referente cultural del románico del s. XIII. Además su extraordinaria policromía es comparable a la del Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago.
Turégano plaza

Plaza de España

En la vida diaria, todos los acontecimientos de Turégano giran en torno a la Plaza Mayor, que a principios del s. XX se llamó plaza de Alfonso XIII, más tarde de la República y ahora de España.

En este lugar nos encontramos la división de dos barrios, el del Altozano con la parroquia de San Miguel y el de Bobadilla con la parroquia en Santiago, lo que da lugar a la división de la plaza por la mitad delimitando las jurisdicciones.

Conserva su trazado medieval, de casi 4.500 m2, sin un diseño geométrico que la marque, rodeado todo su perímetro por casas con soportales adintelados de vigas de madera que descansan sobre zapatas y pilares de piedra, a excepción del ayuntamiento y la casa que cierra el lado norte, cuyos soportales son de arcos de medio punto, y el lado sur, que antiguamente se cerraba con el Palacio Episcopal. 

Por estos pilares ha sido bautizada por Victoriano Borreguero (el que fuera cronista de la villa) como la “Plaza de los Cien Postes”. En realidad 104. 

Con usos diversos, desde antiguamente, la Plaza Mayor ha servido de escenario para la celebración de los acontecimientos más señalados, como el mercado de los sábados, la Feria de San Andrés, la Semana Santa o las fiestas patronales el primer fin de semana de septiembre, momento en que se convierte en coso taurino, de trazado cuadrangular, con entablados de madera. Sus casas se atienen a la misma tipología constructiva: pórticos adintelados, esgrafiados en sus fachadas, entramado estructural de madera visto y cubiertas de largos faldones con teja al estilo segoviano, árabe en canal y sin cobija. Arropada por el castillo y protegida por él, la Plaza Mayor, nos acoge con su encanto particular y nos invita, como a todos sus vecinos, a susurros y comentarios entre sus soportales. Todo hace de esta plaza un espacio vivo y dinámico.

Ermita de Ntra. Sra. de los Remedios y Vía Crucis del Humilladero.

Por la carretera que conduce a Torreiglesias nos lleva a la ermita de Ntra. Sra. de los Remedios. Acompañando nuestros pasos, una serie de cruces, un total de 14 cruces de caliza, en algunas se pueden leer las fechas como 1689, 1742,1802, llegando desde 1689 hasta el 1862.

Las 14 cruces sirven de recordatorio y parada para el rezo procesional o privado del Vía Crucis. Acompañados por este sobrecogedor Vía Crucis, paseo obligado para tureganenses y visitantes, se accede a la ermita, edificio de planta rectangular y pequeñas dimensiones restaurado en el año 1802.

En su exterior se observa una inscripción de concesión de indulgencias REZANDO UN PATER NOSTER DELANTE DE ESTE SANTO XTRO. SE GANAN XL DÍAS DE YNDULGENCIA, y el ventanal de rezo ubicado debajo de la inscripción, desde donde puede observarse la imagen de Ntra. Sra. de los Remedios, escultura sedente con el niño Jesús apoyado sobre la rodilla izquierda, y en la mano derecha, un ramo de flores.

Antigua Sinagoga

La aljama de los judíos tureganenses tuvo notable importancia social, económica y religiosa en los s. XIV y XV. Uno de los barrios de la Villa ofrece aún la configuración característica de las juderías castellanas. Actualmente es la casa parroquial.

El Burgo, Jardín de Obispos. Iglesia de Sta. María

En el camino de Sauquillo saliendo del municipio hacia el pinar, hacia la casa del ingeniero en la zona del prado del Burgo surge el barrio de San Pedro, quizá el más antiguo de la villa, sobre un anterior yacimiento del Bajo Imperio Romano.
Cerca se levantó la ermita de Ntra. Sra. del Burgo, que duró hasta el s. XVIII, que se adaptó como vivienda y donde se celebró un sínodo en 1483 y junto a la que Arias Dávila realizó su palacete de verano, que pasó a manos privadas a principios del s. XX

Palacio Episcopal

Cerrando la plaza de España en su flanco sur, fue mandado construir por el prelado D. Manuel Murillo Argaiz hacia 1757,  posiblemente sustituyendo a otro del s. XV. para residencia de los obispos durante sus estancias en la Villa. Actualmente tiene su entrada principal por la carretera general, frente al ábside románico de la iglesia de Santiago. Los daños ocasionados por los franceses y el posterior abandono tras la desamortización de Mendizábal (1835-1844), este palacio pasó a ser propiedad privada, y con los años se fueron adosando al edificio otras construcciones, por lo que hubo de trasladar el escudo del prelado el obispo Murillo

Actualmente, como propiedad privada, el edificio ha perdido en gran medida las referencias del propio palacio, y desde luego pocos sospechan que su fachada principal constituyó el fondo sur de la Plaza Mayor, sin los edificios que hoy le aprisionan y enmascaran.

Casa - Palacio de Miñano

Esta casa palacio del s. XVI fue el hogar de una familia noble de la localidad, ubicada en la calle Real, pero en relación con la plaza de España, la Casa Miñano destaca por ser el más bello ejemplo de arquitectura civil de la villa.  

Responde al tipo de casa segoviana del s. XVI, de fachada en sillería con acceso a través de un arco de medio punto de grandes dovelas encuadrado en un alfiz que remata con un frontón triangular, en cuyo centro campea un escudo el cual no pertenece a dicha familia. Destaca su bello balcón en chaflán, hoy tapiado. En su interior consta de tres plantas y buhardilla y un patio porticado de estilo renacentista con columnas de orden jónico con zapatas que soportan vigas de madera. En sus muros, bellos esgrafiados de estilo italianizante quedaron ocultos por un encalado posterior.Construida toda ella con los materiales de la época: piedra, adobe, ladrillo y madera, ha sufrido diversas transformaciones a lo largo del tiempo.

Actualmente solo se limita a la portada principal, pero en su origen ocupaba un espacio mucho más amplio, con huertas, caballerizas y cocheras, que servían de ángulo no porticado a los soportales de la plaza hasta la propia Casa-Palacio contribuyendo a prolongar el propio conjunto de la Plaza Mayor. En 1915 se levantó el Casino   En la actualidad, la Casa-Palacio de Miñano posee un patio interior de columnas de muy buena factura, mientras que al exterior su primitiva fachada se encuentra dividida en bar, viviendas, despacho de pan y centro social tureganense. 

 

 

PILON DE LA IGLESIA DE SANTIAGO TUREGANO retocada

 Pilón de la Plaza de Santiago

Turégano conserva sus pilones, de tanta importancia en el pasado, especialmente durante la Feria de San Andrés, necesarios para abastecer al ganado que llegaba a la localidad.

La primera de estas fuentes es la de la plaza de Santiago que cuenta con un alto relieve en su frontal explicando que su construcción fue debida al rey Carlos III en 1781.

Entonces existe la necesidad de abastecer a la población y al ganado de agua salubre, por lo que se crea un sistema de canalización desde el arroyo Valseco, que se conoce como la “Madre del Caño”.

La de Santiago será la única fuente de la localidad hasta finales del s. XIX cuando se construyen los pilones de la plaza de Bobadilla, de la calle de la Paja (final dela calle Real) el de la calle real Nicomedes. y de la plaza de San Miguel, de 1890.

 

 

Museo Forestal

A escasos tres kilómetros de Turégano, en un enclave sin igual rodeado de una maravillosa fauna y flora, se encuentra la antigua Casa del Ingeniero,
restaurada en el año 2000 para albergar un museo que recuerda a las gentes que han dedicado su vida a los trabajos realizados en los pinares: resineros, pegueros, piñoneros, guardas, etc. 
Antiguamente el aprovechamiento del monte por el hombre centró su interés en la explotación de los recursos de éste. El pino como recurso maderero, la resina, el piñón, la caza, el aprovechamiento vecinal de pastos y la extracción de brozas creó un ecosistema propio y un medio de vida para sus gentes. Sin embargo, a mediados del s. XIX se inicia la explotación industrial de la resina lo que ocupó una extensa mano de obra, y una cierta riqueza industrial, además de un cuidado especial del monte por los resineros, transformando toda esa forma de hacer.

A través de sus maquetas y utensilios se realiza un recorrido que surge a mediados del s. XIX, momento en el que se regula la ordenación forestal, el cuidado del monte, el aprovechamiento vecinal de los pastos, así como la explotación industrial de la resina.

Las visitas son de miércoles a domingo, con un aforo de 15 personas, precio 1 euro. Para la visita es necesario contactar con antelación.

Plazas Nuevas y casas ilustres

En septiembre de 1965 se produce un incendio que en cuestión de horas arrasa con cien casas de modestos labradores que lo pierden todo. Gracias
al eco que tiene a nivel nacional, llegaron ayudas para la reconstrucción de este barrio con casas de tipo adosado, de dos plantas y amplios patios, y calles amplias y rectas, configurándose también dos nuevas plazas dispuestas en terrazas de trazado rectangular que se convierten en un maravilloso mirador al castillo.

Entre las casas ilustres nos encontramos con la del capitán de artillería Felipe Adrados, que se encuentra en la plaza de los 100 postes y la decora una placa que hace alusión por ser la vivienda de dicho hombre. También nos encontramos otras casas con escudos blasonados, que nos indican sobre la importancia que tuvo este lugar siglos pasados, algunos ejemplos son: la situada en la calle arena, la cual tiene en su fachada una estación del viacrucis, o la situada en la calle Rufino Cano Rueda. También dando un paseo por estas calles podemos darnos cuenta de que estamos dentro de la antigua judería.

En la carretera Caballar nos encontramos con el cacero de Santiago, el cual es una acequia que llega desde la Alameda, y comunica con la vivienda del obispo. Además, allí también tenemos el Humilladero del Cristo de la Calzada, esta construcción del s. XVIII alberga una imagen de Cristo crucificado con unas faldillas moradas, se encuentra en una hornacina. Esta imagen sale en la procesión de la carrera del viernes santo por la mañana.

Monumento estatua de encierros junto a las casas tradicionales, este monumento se encuentra entre la plaza mayor y el castillo, como curiosidad las casas tradicionales se encuentran junto al arroyo Santa Ana, muchas de ellas tienen jabalcones algo similar a los soportales de la plaza, con ello se busca ganar terreno en altura de la calle, disponiéndose las vigas en oblicuo.

ANTIGUO TÉRMINO DE LA CUESTA 

La cuesta.
Ubicado en una atalaya que domina esta zona del piedemonte de la Sierra de Guadarrama, La Cuesta es el núcleo principal del término. De tradición ganadera, conserva un toril y un potro de herrar. En la zona más elevada, se erigió en época de la repoblación un templo románico la iglesia de San Cristóbal de La Cuesta ampliado con naves laterales en los s. XVI y XVII. De aquel momento conserva el ábside, las dos portadas y la torre; esta es muy esbelta, construida en dos cuerpos y con un volumen adosado entre ella y el ábside para albergar la escalera de caracol. En el cuerpo superior se alojan las campanas. El cuerpo inferior, cubierto con bóveda de cañón, se usa actualmente como sacristía. La cabecera conserva el gran arco triunfal doblado sobre capiteles y columnas. En el del lado de la epístola se puede ver una figura humana agarrando a dos arpías. También es románica la magnífica pila bautismal. El retablo mayor es una magnífica obra del segundo tercio del s. XVI.con escenas cristológicas y presidido por una imagen del s. XVII de San Cristóbal.

Descendiendo junto al Vía Crucis, llegamos a la ermita de Santa Rosa, del s. XVII, que alberga una imagen sedente de la Virgen del s. XIII, convertida en imagen de vestir.

Aldeasaz

Junto a la carretera de Sotosalbos, su principal actividad económica es la ganadería, de ahí que conserve un toril, un potro de herrar y dos aljibes para el agua. El toril es un edificio tradicional de mampostería que se conserva en buen estado, cubierto con armadura de madera y teja árabe a la manera de la zona. En él se guardaban los sementales, que eran de propiedad comunal. En su interior se conserva un pesebre de grandes proporciones labrado en el tronco de un fresno. ESu pequeña ermita, dedicada a San Isidoro, conserva un retablo del s. XVII con la imagen del santo titular que se quiso trasladar a La Cuesta, pero al dar el pendón de la procesión contra un poste de la luz y electrocutar a su portador, se decidió dejarle en Aldeasaz.

También hay en el pueblo una ermita, la de San Isidoro, que conserva un retablillo barroco con la imagen del santo.

Berrocal

Berrocal tiene un pequeño conjunto etnográfico compuesto por un molino, junto al río Viejo, una fragua y un potro de herrar. El molino se encuentra en un paisaje pintoresco, muy ameno cuando corre el agua por el río y el caz. La fragua también conserva sus elementos y herramientas. El potro, con sus cuatro pilares de granito, servía para sujetar al animal que iba a ser herrado, evitando que pudiera dañar al herrero. La fuente de la Nava se encuentra en un paraje recóndito, rodeado de encinas, entre Berrocal y La Cuesta.

Carrascal de la Cuesta

A mediados del s. XIX, Carrascal era el barrio más grande del término, contando con una Casa de Juntas, donde se reunían los representantes de los cuatro barrios, que hacía las veces de cárcel. Está dividido en dos barrios: en el de arriba se encuentran la iglesia de San Martín de Tours, del s.XVI,construido seguramente sobre otro más antiguo. El retablo mayor es muy popular. En el centro aparece un altorrelieve tallado en madera con la escena de San Martín compartiendo la capa con el mendigo. También se conserva una imagen de bulto del santo ataviado de obispo y fechada en el s. XVII. La pila bautismal es románica, como quizás fue la iglesia primitiva.También en el barrio de arriba se encuentra un edificio tradicional que albergaba dos toriles y una fragua y un potro de herrar.

Cerca de Carrascal se halló un yacimiento arqueológico en el que aparecieron cerámicas de la Edad de Bronce y restos de lo que pudo ser una villa romana.

La espadaña de la iglesia alberga la campana más antigua del valle del Pirón y Turégano (1481).

 

Qué hacer

Senderismo

Ruta la Casa del Ingeniero 

Discurre por el monte de utilidad pública de la Nava y la Vega, en el límite sur de la Tierra de Pinares. Es un recorrido de unos 12 km circular, pasando por el museo de la casa del ingeniero, está señalizado. Descárgate el plano de la ruta aquí o aquí 


MADRE CAÑO TUREGANO 2 retocada Senda Madre Caño

Este lugar se encuentra a unos 800 metros del pueblo desde la plaza España, se encuentra en la calle arenal. Este es un enlance interactivo de la ruta. Paseo de unos 500 metros. Pasaremos junto a un palomar de uso privado, veremos un pequeño acueducto, hasta llegar a la presa de la Madre Caño.

Clica aquí para obtener más información sobre la ruta

Senda del Río Viejo

Esta senda circular une sus cuatros poblaciones por caminos que cruzan pastos, prados y fresnedas con el impresionante telón de fondo de la cercana Sierra de Guadarrama. Es una buena propuesta para disfrutar del paisaje del piedemonte de la Sierra de Guadarrama.

Para descargar un archivo gpx clica aquí

Ruta BTT

Recorriendo las pedanías de Turégano, es un recorrido con forma de ocho, de unos 25 Km, está señalizado. Esta ruta permitirá disfrutar de algunos de los rincones más bellos del término municipal.

Clica aquí para ver el recorrido de la ruta

Bici de Carretera:

La ruta de los Castillos de unos 107km es circular y de dificultad media, tiene constantes subidas y bajadas.

Ruta de los Castillos 

 

Fiestas y Tradiciones

Gastronomía
La gastronomía local se caracteriza por la elaboración de asados, especialmente de cordero, que en el caso de Turégano cuenta con cerca de un siglo
de tradición en sus hornos. Así como en los restaurantes de la villa encontraremos otro suculento manjar: el bacalao al ajo arriero, elaborado desde mediados del s. XX por las mujeres del pueblo para la Feria de San Andrés. Por último, en las bollerías y panaderías encontraremos suspiros, bollos blancos, rosquillas de yema, rosquillas fritas, periquillos, tortas de chicharrones, bollos de coco, magdalenas y un amplio abanico de dulces típicos tureganenses.

Semana Santa

Las Cofradías de la Vera Cruz y la Purísima, junto con el Ayuntamiento organizan la Semana Santa tureganense. Destacan las dos procesiones de Viernes Santo: la Procesión de la Carrera, por la mañana, y la Procesión del Silencio, por la noche, que transcurre en un ambiente de especial recogimiento propiciado por el profundo silencio de los asistentes, la iluminación del recorrido con más de cinco mil velas y centenares de antorchas, junto al impresionante sonido de una selecta música sacra y el triste tañido de las campanas, dentro de un entorno histórico artístico único con la iglesia de Santiago, la plaza porticada y el castillo al fondo que nos sumerge en un auténtico misticismo.

Fiesta de la Juventud
Las verbenas de esta fiesta son un motivo justificado para pasar unos ratos muy agradables.

Fiestas Patronales

La “Función” o fiestas en honor del “Dulce Nombre de María”, se celebra a lo largo de cinco días alrededor del primer domingo de septiembre. Los actos religiosos, verbenas, espectáculos variados, deportivos y encierros taurinos acompañan al plato fuerte de estas fiestas: las novilladas, que se celebran en un coso tradicional de madera, cuadrado, instalado en la misma plaza de España presidida por el imponente “Castillo”.

Feria de San Andrés

Además del mercado callejero de los sábados, los últimos días de noviembre se celebra la tradicional Feria de San Andrés, antiguamente Santa Catalina, que llegó a ser la mayor feria ganadera de Castilla, por el número de tratantes y reses que acudían desde todos los lugares de España. Desde el s. XV hay documentos de su enorme aceptación y vigencia. Históricamente ganadera, ha derivado a feria regional de maquinaria agrícola. Además tiene lugar esos mismos días una feria de artesanía y agroalimentaria.

 

 

Vídeo

Miracles on the Camino. Pueblos de Segovia: Turégano


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