Fuentepelayo

Fuentepelayo

Al norte está Zarzuela del Pinar a 4,9 km; al este a 5,3 km Aguilafuente; al sur Aldea Real a 4,5 km, al suroeste Pinarnegrillo a 4,8 km

Navalmanzano al oeste a 7,6 km.  De otros pueblos más grandes como de Carbonero el Mayor (SO) y  la villa de Cuéllar (N) se encuentra a 18,7 km y 33,9km respectivamente. 

Fuentepelayo está situada a unos 45 km de Segovia capital en el centro de la provincia y en el límite meridional de la extensa comarca de Tierra de Pinares. Cuenta con una población de poco más de 780 habitantes en el censo de 2022.


Mapa de localización


Presentación

Qué ver

Qué hacer

Fiestas y tradiciones

Vídeo


Presentación

Según la historia este pueblo estuvo repoblado por los Arévacos, que era un pueblo celtibero. Junto a éstos, también hay noticias de civilizaciones romanas y visigodas.

La leyenda dice que el pueblo debe su nombre a Don Pelayo, el rey astur iniciador de la Reconquista (711-1492). Según el relato, Don Pelayo bajó hasta el término donde ahora se ubica el municipio y mandó cavar un pozo para saciar su sed y la de sus ejércitos. Junto a esta fuente se creó un campamento alrededor del cual se formó Fuentepelayo.

En la repoblación de Alfonso VI (1040-1109) con la conquista de Toledo, Raimundo de Borgoña fue el encargado de repoblar estos lugares, se conocía ya en el s. XII como «Fontem Pelagii»,

En el trazado de los límites del concejo, en 1112, queda clara su inclusión dentro de la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar. Sin embargo, no es tan clara su correspondencia en fechas posteriores a esta Comunidad, pese a que en la relación de los límites del concejo cuellarano de 1210, sí queda vinculada en el extremo sur (Ubieto Arteta y Velasco Bayón), aún siendo cierto que desde 1181 pasó a depender del episcopado segoviano cuando Alfonso VIII (1155-1214) se lo dono al obispo de Segovia.

De 1155 data la cesión de una serna por parte del rey Alfonso VIII al cabildo segoviano que se encontraba entre los términos de Fuentepelayo y Navalmanzano. La mencionada donación al Obispo de Segovia por parte del rey Alfonso VIII, tuvo lugar el 31 de mayo de 1181. En ella se intercambiaron las villas de Fuentepelayo y Mojados por la de Alcazarén (actualmente provincia de Valladolid).

A mediados del s. XIII aparece como la tercera villa más poblada del señorío episcopal, tras Aguilafuente y Turégano junto a Veganzones.

Fuentepelayo siempre ha estado ligado a la monarquía. Esta unión se puso de manifiesto en 1277 cuando Alfonso X el Sabio (1221-1284) concedió privilegios a su concejo como villa del obispado de Segovia. Catorce años después, en 1291, Sancho IV (1258-1295) solucionó una demanda en favor de los vasallos de Fuentepelayo, los cuales le solicitaban estar exentos del tributo de Acémilas y Fonsaderas.

Continuó con jurisdicción del obispado hasta que Felipe II (1527-1598) que necesitaba dinero para pagar las campañas de Flandes, con la bula del Papa Gregorio XIII (1502-1585), vendió la localidad en subasta y se la concedió a uno de sus coroneles, Don Alonso Gómez Gallo, en el año 1589. Durante este año el censo mostraba una población de 430 habitantes. La venta de la villa ascendía a 7.070187 maravedíes. Antes de hacerse definitiva esta operación, Felipe II dio la oportunidad al propio vecindario de comprar la villa por la misma cantidad que ofreciera Gómez Gallo, pero no hubo ningún interesado o los que había no llegaban a la cantidad solicitada. En el escudo de Fuentepelayo aparecen tres gallos como alusión a esta venta y al apellido del comprador.

Escribe Carlos de Lecea «Hubo en Fuentepelayo en el s. pasado (se refiere al s. XVIII) una escuela de hilar y cardar lanas finas para las fábricas de esta ciudad de Segovia, en cuya escuela aprendían ese oficio unas treinta muchachas. También existían más de treinta telares para fabricar paños ordinarios dieciochenos, catorcenos y sayales, que en constante decadencia se han venido sosteniendo, aunque en corto número. Hoy solo producen sayal o paño muy inferior, en pequeña escala».

Madoz nos dice que a mediados del s. XIX funcionaban en la villa una fábrica de sayales y otra de curtidos, ocupándose en dichas manufacturas las dos terceras partes de su vecindario. La fábrica de paños se llamaba «La Segoviana». Sorprenden los 1526 habitantes con que contaba en 1889.

Puedes aprender más en este artículo


Qué ver

Este pueblecito se dividía en dos el barrio del Salvador y el barrio de Santa María por ese motivo tienen dos iglesias teniendo diferentes festivos, según el santo de cada parroquia.

Puedes aprender más en este artículo

Iglesia de Santa María La Mayor de Fuentepelayo

Como la mayoría de las poblaciones segovianas, la parroquial de Fuentepelayo tuvo su origen en el s. XII o XIII. De esta época sólo conserva la cabecera románica de calicanto y restos de una antigua galería porticada de ladrillo en su costado meridional, cegada para habilitar la sacristía. El resto es fruto de una reconstrucción en estilo gótico.

Recientemente ha sido restaurada y declarada Monumento Histórico Artístico.

Al exterior destaca el gran tambor de su ábside, con tres pequeños ventanales y la citada sacristía, que conserva de su primitivo origen el gran arco cegado de medio punto de tres arquivoltas que constituiría el ingreso al pórtico por su costado oriental. Dos arcos doblados y apuntados son el único vestigio de las arquerías del pórtico en el costado sur.

En el interior llama la atención las notables proporciones de la cabecera, que se ilumina con tres ventanales de medio punto sin columnas. Los capiteles del arco triunfal presentan aves y personajes poco reconocibles.

También conserva una puerta de arquivoltas de ladrillo del estilo llamado románico mudéjar. Otra puerta destacable tiene esta iglesia de estilo gótico isabelino, con gran cantidad de decoración escultórica, aunque muy deteriorada.

Iglesia de El Salvador

La iglesia de El Salvador es un edificio representativo de la construcción religiosa de los núcleos rurales de Segovia. En la iglesia se aprecian esencialmente dos estilos: el de su fundación románica-mudéjar, representado significativamente en los grandes arcos de fábrica de ladrillo (s. XII/XII) que dividen la nave central y la lateral de mediodía, y el último gótico, casi renacentista, que se manifiesta abiertamente en los arcos y columnas que compiten con los anteriores, como también en cabecera de planta poligonal de principios del s. XVI.

Es un templo construido con fábricas exteriores de cal y canto, en ocasiones en forma de tapial (muros norte y poniente), combinadas con otras de mampostería (cabecera), destacando en el interior sendas fábricas de sillería (arcos y columnas góticos) y de fábrica de ladrillo (grandes arcos románicos).

La iglesia se divide en tres naves, la central más ancha que las laterales y cubiertas todas con los mismos faldones de la cubierta a dos aguas.
En la parte de levante se alza la cabecera de a iglesia de forma poligonal y sobreelevada con respecto a la nave central. Adosados a la cabecera está la torre en su lado norte y la sacristía en el lado sur.

Junto a este último se abre, adosado a la nave lateral de mediodía un esbelto atrio, construcción característica del románico segoviano; se puede acceder a él a través de dos arcos de medio punto de ladrillo situados en sus laterales, o entre sus esbeltas columnas sobre plinto, ambos de piedra caliza y que sirven de sustento a un alfarje de madera casi arruinado.

En el interior, en el lado de la epístola se encuentran los dos grandes arcos de medio punto ejecutados en fábrica de ladrillo y apoyados en bases rectangulares del mismo material. En el lado del Evangelio aparecen tres arcos, también de medio punto, realizados con dovelas de piedra caliza, que descansan en cuatro apoyos distintos. Dos de ellos se adosan a la fábrica de cierre de la iglesia en los pies de la misma y e otro se adosa a uno de los extremos de la cabecera. Los apoyos intermedios se producen sobre sendas columnas que se elevan con sillares de la misma piedra de los arcos. La sección de las columnas es octogonal, y muestran decoración de rosetas a modo de collarino en la basa y en el capitel.

En las naves se encuentra el segundo de los espacios mas significativos del templo, se trata de la nave central que presenta en sus dos laterales sendos muros, junto con una armadura de par y nudillo con magnífica lacería ataujerada con ruedas de dieciseis.
El artesonado mudéjar se configura con el tradicional par y nudillo, cerrándose al interior con tableros de amarre al par y nudillo y posterior entablado de fondo de lacería, terminando con el ensamblado de las cintas o taujeles del lazo y acabado de policromía en las cintas y en los fondos del tablero.

La ermita de San Cebrián se sitúa a las afueras de Fuentepelayo. Es un conjunto de ruinas de calicanto con ladrillo para recubrir los vanos. En pie se mantienen los muros occidental y septentrional y parte de la cabecera.


Qué hacer

El Sendero de la Ermita de San Cebrián

Transcurre entre las localidades de Fuentepelayo y Zarzuela del Pinar en pleno corazón de la comarca de Tierra de Pinares con una distancia de 6,7 km y se recorre en 2 horas y 25 minutos pues no tiene ninguna dificultad y puede realizarse a pie o en bicicleta.

El trayecto, con una cota máxima de 914 m, recorre numerosos atractivos de la zona: el Parque temático de los Ecosistemas Segovianos 'Popayán', la Laguna de la Llosa, las ruinas de la Ermita de San Gregorio o el Alto de San Cebrián desde donde además de contemplar su ermita disfrutaremos del 'mar de pinares' una de las vistas más bonitas de la provincia y se puede realizar durante todo el año.

Clica aquí para conocer más sobre la ruta

Otras rutas en Fuentepelayo y alrededores

Clica aquí para conocer más sobre la ruta

Jardín Botánico «Popayán»

Once ecosistemas segovianos, desde la alta montaña hasta el bosque de ribera, la charca, el sabinar o las tierras de cultivo, están representados en el
parque temático de Fuentepelayo situado en el paseo la Chopera/SG-222, al arroyo Maluca.

Una antigua chopera del pueblo,situada a las afueras,se ha convertido en el Parque Temático de los Ecosistemas Segovianos,
donde en cerca de 8.000 m2 de superficie,se recrean, de forma amena y a pequeña escala, los diversos ecosistemas de la provincia.El nombre del parque, Popayán,rinde homenaje a la ciudad de Colombia que fue conquistada por una expedición española en el siglo XVI en la que participaron dos vecinos de Fuentepelayo.

La chopera fue cortada, y el suelo cubierto con materia orgánica de las parcelas de plantón de fresa de Mozoncillo –un pueblo cercano–,lo que permitió
crear un sustrato vegetal adecuado para el crecimiento de los árboles que se quería plantar. Poco después se instaló un sistema de riego por goteo,un sendero empedrado para dirigir el recorrido de los visitantes y unos paneles informativos para la interpretación del parque. Con 1.600 plantas (entre especies arbóreas, arbustivas y herbáceas) aparecen representados 11 ecosistemas,desde la alta montaña,hasta el bosque de ribera, pasando por la charca, el sabinar o las tierras de cultivo

Laguna de la Llosa

En este pueblo nos encontramos con la laguna de la Llosa, la cual tiene una zona recreativa descanso,  situada a unos 600 metros del casco urbano y se puede ir andando.

En cuanto a los parques nos encontramos con dos los cuales tienen maquetas uno del acueducto, cerca del parque de los ecosistemas en frente al bar prácticos y otro del Alcázar situado en la calle rollo. 


Fiestas y tradiciones

Santa Águeda, el primer fin de semana de febrero

Las Candelas, en febrero

Semana Santa

Fiesta de la Octava y las danzas del Paloteo (Fiesta de interés cultural)

Esta fiesta, declarada de interés cultural provincial desde el año 2017. Este distintivo se concede de acuerdo con un reglamento para cuya elaboración se toma como referencia el que aplica la Unesco para la salvaguarda del patrimonio cultural e inmaterial.

En el caso de La Octava y las danzas del Paloteo ha quedado constatado que la celebración se ha mantenido con sus elementos tradicionales gracias al compromiso de la comunidad, gaiteros y tamborileros y otros voluntarios que han procurado que los paloteos no se perdieran y fuesen pasando de unas generaciones a otras, siempre vinculados a los ritos litúrgicos de la Octava, sin que se tengan constancia de que en algún momento de la historia hayan dejado de celebrarse.

Por ello, la fiesta ha sido declarada de Interés Cultural Provincial, y desde el Área Cultura, en colaboración con el Ayuntamiento de Fuentepelayo, se elaborará un programa de difusión de dicha manifestación, abriendo las puertas a una promoción regional e incluso nacional.

Esta fiesta surgió en los siglos XVI y XVII y, con su reconocimiento, se convirtió en la segunda celebración de la provincia en contar con ese galardón junto a la Ofrenda de los Cirios en Santa María la Real de Nieva.

Esta fiesta se celebra en la iglesia de Santa María la Mayor y en las calles del pueblo donde los danzantes del paloteo forman, durante su danza, auténticas torres humanas combinadas con arcos.Uno de los momentos más esperados son las Vísperas, tradición fundamental en la localidad. Durante las Vísperas, los danzantes acompañan a las autoridades desde el Ayuntamiento a la iglesia… después, cantan el “Pange Lingua” y, mientras se está cantando, el sacerdote coge la Custodia para hacer “El Rodeo”. En ese momento se mezclan las músicas y los danzantes, que esperaban al Santísimo de rodillas.

Esta fiesta se celebra en la iglesia de Santa María la Mayor y en las calles del pueblo donde los danzantes del paloteo forman, durante su danza, auténticas torres humanas combinadas con arcos.Uno de los momentos más esperados son las Vísperas, tradición fundamental en la localidad. Durante las Vísperas, los danzantes acompañan a las autoridades desde el Ayuntamiento a la iglesia… después, cantan el “Pange Lingua” y, mientras se está cantando, el sacerdote coge la Custodia para hacer “El Rodeo”. En ese momento se mezclan las músicas y los danzantes, que esperaban al Santísimo de rodillas.

Puedes aprender más en este artículo

El Mayo (los quintos)

Nuestra Señora de la Asunción, en agosto Nuestra Señora de la Asunción, se celebra entre el 17 y el 20 de agosto. Durante los 4 días de duración, los vecinos y visitantes disfrutan de carrozas, toros y mucha diversión. Se celebran varios encierros, campestres y urbanos, novilladas y, el tradicional desfile de carrozas, único en la provincia.

San Miguel (patrón de la villa)

El día 29 de septiembre, patrón de Fuentepelayo. Con motivo de esta festividad, el fin de semana más cercano se desarrollan numerosas actividades organizadas tanto por el Ayuntamiento como por las diferentes asociaciones del municipio (charangas, corridas de toros ecológicas, etc).

Feria del Ángel 

Cuya historia comienza en el siglo XVIII aunque, tal y como lo conocemos hoy, comenzó en el año 1985. Se celebra el primer fin de semana de marzo y, en ella, están presentes las últimas novedades en maquinaria destinada a la agricultura y a la ganadería, o al menos en teoría porque, es tanta la afluencia de público durante esos días a Fuentepelayo que la feria ha abierto sus puertas a otros sectores como el de alimentación, muebles… unos 200 expositores muestran en esta feria sus productos, de todo tipo.

Además, desde 1986 se celebra la Feria del Caballo, durante los mismos días y como complemento a la muestra de maquinaria. Como ocurría en tiempos pasados con las ferias de ganados. En esta Feria del Caballo, el público puede disfrutar de las exhibiciones de doma.


Vídeo


 

Servicios Turísticos