Más allá de las Hoces del Duratón

Más allá de las Hoces del Duratón

Ruta 5. Más allá de las Hoces del Duratón

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Descubre la provincia de Segovia como nunca lo hubieras imaginado, a través de los paisajes, las rocas y sus estructuras, los fósiles y los minerales. Recorre nuestros pueblos y parajes conociendo cómo eran en el pasado más remoto, en tiempo de los dinosaurios o cuando deambulaban jirafas y tortugas gigantes; y asómbrate al entender cómo han evolucionado hasta llegar a los actuales relieves. Disfruta de una experiencia única y original de turismo de naturaleza y turismo activo, que solo la variedad geológica de la provincia de Segovia te puede ofrecer. 

Esta geo-ruta discurre por el sector centro-nororiental de la provincia de Segovia, siguiendo el tramo medio del valle del río Duratón en las hoces meridionales (o de Sepúlveda-San Frutos), hoces septentrionales (o de San Miguel de Bernuy-Fuentidueña) y páramos. Comenzando en Sepúlveda
el recorrido utiliza multitud de carreteras provinciales y vecinales, con ligeros desvíos para visitar lugares de interés geológico en múltiples municipios del nordeste segoviano. Se trata de una ruta lineal, por lo que empieza y termina en diferente localización; si bien se puede realizar indistintamente en ambos sentidos, siendo indiferente el orden de las paradas en los lugares de interés geológico. 

Las paradas 5.1, 5.2, 5.4 y 5.6 se recomiendan para todos los públicos; mientras que el resto de paradas requieren de ciertos conocimientos geológicos, siendo óptimas para estudiantes y público especializado.


Parada 5.1. Fuente de la Salud de Sepúlveda

En las inmediaciones de la villa de Sepúlveda, en el valle del río Duratón cerca del barrio de Santa Cruz, se sitúa un cruce en el kilómetro 9 de la carretera SG-232 (Sepúlveda-Boceguillas) que da acceso a la Fuente de la Salud. Famosa por las propiedades minero-medicinales a las que atribuyen
diversos tipos de curaciones y tratamientos milagrosos, este manantial de origen kárstico se puede considerar hipotermal, ya que el agua surge a una temperatura próxima a los 20-22 oC todo el año, superior a la temperatura media del entorno. 

La surgencia se asocia al flanco verticalizado del famoso “pliegue en rodilla” de Sepúlveda, que facilita el rápido ascenso en la vertical de las aguas que se infiltran en las lastras de la margen derecha del valle del río Duratón (Alto Giriega). Como la infiltración del agua atraviesa dolomías, calizas, areniscas y margas cretácicas, tienen una mineralización bicarbonatada cálcico-magnésica (conocidas como “aguas duras”), que favorecen el desarrollo de cianobacterias a lo que debe su característica coloración verde-azulada. En el lecho y bordes de la piscina artificial que represa su caudal antes de desembocar al río Duratón, precipitan tobas y travertinos de colores beige. 

Tiempo recomendado para la visita: 15 minutos.


Parada 5.2. Pliegue en rodilla en Sepúlveda

En los alrededores de la villa de Sepúlveda, las rocas sedimentarias cretácicas que forman el macizo homónimo, se encuentran plegadas y falladas como consecuencia de la orogenia alpina, que levantó el Sistema Central y sus macizos satélites desde hace 60 millones de años. Más concretamente, en el valle del río Caslilla, desde localizaciones como el mirador Ignacio Zuloaga (kilómetro 14,300 de la carretera SG-232) o el alto de Valdemortero (kilómetro 17,100 de la carretera SG-V-2323), se reconoce perfectamente un gran pliegue de tipo monoclinal (con un flanco horizontal, ligeramente basculado al sur, y otro casi verticalizado), que, por su semejanza con la articulación humana flexionada, se ha venido a llamar “pliegue en rodilla de Sepúlveda”.

El pliegue es consecuencia de la adaptación de esta cobertera sedimentaria (arenas silíceas, areniscas, dolomías y calizas) a una falla inversa en profundidad que afectó al basamento formado por gneises. Las rocas que componen esta gran estructura están afectadas por numerosos pliegues menores, fallas y superposición de capas rocosas. 

Tiempo recomendado para la visita: 15 minutos.


Parada 5.3. Meandro abandonado de la Hontanilla en Villar de Sobrepeña

Desde Sepúlveda, siguiendo la carretera SG-V-2323 en sentido hacia Villar de Sobrepeña, se llega al alto de Valdemortero (kilómetro 17,100), desde donde además de una magnífica vista del pliegue en rodilla hacia el este, se puede observar una amplia panorámica hacia el fondo del cañón del río Duratón, con un elemento singular: el  meandro abandonado de la Hontanilla (o del Obispo). 

Esta curva del valle del río Duratón, que ahora no tiene circulación de agua, y que deja en su orilla interna un promontorio rocoso a modo de alto, en realidad, corresponde al antiguo recorrido del río que, como consecuencia de la erosión en la orilla externa de las curvas inmediatamente anterior y posterior, terminaron por estrangular la curva, superar el promontorio rocoso central, y dejar abandonado este arco de su trazado que no ha vuelto a llevar agua. 

Tiempo recomendado para la visita: 15 minutos.


Parada 5.4. Hoces y captura del arroyo Valdepuerco en el priorato de San Frutos

Siguiendo la carretera SG-V-2323 en sentido Cantalejo, y luego la SG-V-2428 hacia el norte, se cruza el fondo del valle del Duratón (puente de San Juan) y se llega a la localidad de Villaseca. Desde allí, una pista de tierra nos dirige hacia el aparcamiento de las proximidades del antiguo priorato de San Frutos. En este entorno existen múltiples lugares de interés geológico. Barranco de Valdepuerco

1) el propio cañón meandriforme, que describe amplias, profundas y apretadas curvas (hoces) que dejan en sus orillas internas estrechas penínsulas rocosas a punto de ser aisladas. 

2) las capturas fluviales del Duratón y sus afluentes, como la ocurrida en el arroyo de Valdepuerco, con su característica ‘W’ en el farallón de falsa desembocadura sobre la ermita de Santa Engracia (ver secuencia de dibujos). 

3) las numerosas cicatrices en las paredes del cañón de desprendimientos y avalanchas de roca. 

4) las estructuras sedimentarias marinas dentro de cada capa (laminaciones cruzadas planares y en surco) en las rocas cretácicas de los cortados y peñas. 

5) las estructuras tectónicas que afectan a los bancos de roca, donde se observan amplios pliegues, fallas y diaclasas, como la popular ‘Cuchillada de San Frutos’, afectadas por la acción kárstica, que ha creado cuevas, abrigos y solapos. 

Tiempo recomendado para la visita: 2 horas.

 

 


Parada 5.5. Arenas eólicas Cuaternarias de Burgomillodo de Carrascal del Río

Tras retornar a la localidad de Villaseca y transitar por carreteras vecinales que nos conducen por Castrillo de Sepúlveda, Aldehuelas de Sepúlveda e Hinojosas del Cerro (o alternativamente por el interesantísimo Valle de Tabladillo), se llega a la localidad de Burgomillodo. Aquí se ubica una inmensa explotación a cielo abierto de arenas feldespáticas y silíceas que explota los depósitos arenosos de la Tierra de Pinares, que aquí alcanzan potencias de casi 50 metros de espesor aprovechando, modo de barrera, la parte baja del sinclinal asociado al pliegue de Burgomillodo (fácilmente visible en la cerrada de la presa homónima). 

Esta acumulación tan poco frecuente de arenas se produjo durante el Cuaternario, y más concretamente en el Pleistoceno superior, asociada a la removilización eólica de los depósitos  fluviales. Esta movilización de los sedimentos fluviales tenía lugar en los periodos climáticos fríos y secos, como el
caso el ocurrido hace unos 12.700-11.500 años, en el que se acumularon varias decenas de metros de arenas. Por ello se pueden reconocer en los taludes de la explotación minera, numerosas estructuras sedimentarias, como laminaciones muy inclinadas de alto ángulo (hasta 30-35o), que solo se
originan por el avance de las dunas y mantos eólicos. 

Tiempo recomendado para la visita: 30 minutos.


Parada 5.6. Hoces septentrionales en San Miguel de Bernuy

El río Duratón, tras formar las hoces meridionales entre SepúlvedaBurgomillodo y atravesar las campiñas arenosas hasta San Miguel de Bernuy, de nuevo se introduce en otro macizo calcáreo, en el que forma las hoces septentrionales (o de las Vencías), entre San Miguel y Fuentidueña. Si bien las hoces septentrionales tienen menor longitud, sinuosidad y menor profundidad, la formación y configuración de ambas hoces del Duratón fueron semejantes, y por tanto, en ellas se pueden reconocer los mismos elementos espectaculares, que se pueden apreciar en los recorridos en canoas y piraguas: cortados y taludes con bloques desprendidos; estructuras sedimentarias en las rocas cretácicas; torrentes y afluentes colgados y capturas fluviales; e influencia del diaclasado en la formación de cuevas, abrigos y solapos. 

Tiempo recomendado para la visita: entre 30 minutos para un paseo por las proximidades de San Miguel de Bernuy, hasta más de 3 horas para un recorrido de ida y vuelta en canoa.


Parada 5.7.  Fuente de las cigüeñas en Fuentidueña

Parada_57.jpgDesde San Miguel de Bernuy se puede tomar la carretera SG-V-2425 que nos dirige hasta la villa de Fuentidueña. En esta localidad también existen múltiples lugares de interés geológico: desde el final de las hoces septentrionales del Duratón, con los últimos cortados en el flanco tendido de un pliegue anticlinal, hasta la cueva de Fuentidueña, una gran cavidad situada en la ladera derecha del valle del río, con múltiples morfologías de formas subterráneas por disolución de las rocas (endokársticas erosivas). Pero, sin duda alguna, el lugar más singular de la localidad es la fuente de las Cigüeñas o manantial del Salidero, ubicado prácticamente dentro del casco urbano, y que drena el macizo calcáreo de la margen izquierda del valle del
Duratón. 

Con sus centenares de litros por segundo, es uno de los manantiales más caudalosos de la provincia de Segovia, y sus aguas bicarbonatadas cálcico- agnésicas han sido tradicionalmente aprovechadas por molinos y piscifactorías antes de verter su caudal al río Duratón. 

Tiempo recomendado para la visita: 30 minutos.


 

Parada 5.8. Páramos de Sacramenia

Aguas abajo de Fuentidueña, el río Duratón discurre por un amplio valle en artesa que atraviesa los páramos miocenos del norte de la provincia de Segovia, por localidades como Vivar de Fuentidueña y Laguna de Contreras. Idéntica disposición que la de los valles de sus afluentes, como es el caso del arroyo de la Vega o río Sacramenia, que circula por esta última localidad, a la que se accede por la carretera SG-V-2425 desde Fuentidueña. 

En las laderas del valle, los cerros y tesos de los páramos (como el de San Miguel) están constituidos por alternancias de bancos de roca caliza (‘calizas de los páramos’), más resistentes a la erosión y que dan pequeños escarpes y resaltes; y capas de margas y arcillas (‘facies cuesta’), que son más fáciles de excavar y es donde se han horadado tradicionalmente las bodegas y lagares de Sacramenia

Ambos conjuntos de roca se formaron durante el Mioceno (desde hace 23 a 5 millones de años), cuando esta zona estaba ocupada por amplios lagos y zonas pantanosas, en cuyo lecho se depositaban fangos calcáreos mezclados con arcillas. 

Tiempo recomendado para la visita: 15 minutos.


 DISEÑO DE LAS RUTAS, TEXTOS Y MATERIAL GRÁFICO
Autores: Andrés Díez Herrero, Gonzalo Lozano Otero y Juana Vegas. Instituto Geológico y Minero de España (IGME, CSIC)
Fotografías: Andrés Díez Herrero, Alberto Carrera, Justino Diez, los autores citados; o cedidas por los Ayuntamientos de la provincia, recursos, establecimientos y por los participantes en los concursos fotográficos organizados por Prodestur. 
Diagramas, perfiles y otros dibujos: Andrés Díez Herrero, Jorge Soler Valencia (Q.E.P.D.), Gonzalo Lozano Otero y autores citados. 
Mapas de las rutas: Gonzalo Lozano Otero. Los mapas han sido creados usando el software ArcGIS pro®. Copyright © Esri.
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